La última vez que subí una entrada a éste blog fue hace tanto tiempo, me lo guardo todo para mí, porque es mi historia, mi locura (bastante desequilibrada la verdad).
Pero no me avergüenza (tanto), siempre me he tomado los sentimientos con intensidad. Y la expresión siempre me liberó. Partí con todo a los 17, hoy con 25 tengo otra perspectiva, aunque no tan diferente, si más herramientas para modular mis emociones y frustraciones.
Sigo teniendo la peor suerte en lo que a amor respecta, pero no puedo decir que me ha ido mal, a mis 25 soy profesional, trabajo en lo que me gusta y tengo proyectos nuevos, sueños nuevos. Estoy orgullosa de mi en algunos aspectos y en otros trabajo un día a la vez.
Me quiero y he tomado decisiones que serían impensadas para mi yo de hace algunos años, pero sigo en construcción.
Una pena, espero que transitoria, me hizo volver a buscar este espacio para desahogarme.
Aquí vamos.
